Uno de los puntos débiles más frecuentes de los prematuros son los pulmones. Su llegada al mundo antes de tiempo hace que estos órganos no estén preparados para afrontar la vida fuera del vientre materno. Es por ello que ante la sospecha de que el parto se vaya a adelantar se opta, siempre que sea posible, por la administración de corticoides que contribuyan a la maduración pulmonar.
Para ayudar a afrontar este talón de Aquiles de los neonatos se puede recurrir a la fisioterapia respiratoria desde la misma incubadora. La especialista María José García así lo recomienda al entender que esta terapia “les puede ayudar a mejorar la musculatura inspiratoria, a que no se colapse el pulmón, a desarrollar su caja torácica sin problemas, a aumentar la capacidad pulmonar y a mejorar la función pulmonar, en definitiva, a evitar posibles patologías respiratorias”.
Según la especialista, el principal problema de los niños prematuros a nivel respiratorio es que se resfrían con más frecuencia que quizás otros niños que sí nacen a término. García apunta que “pueden presentar una gran disnea, así como una baja capacidad pulmonar ya que el hecho de ser prematuro puede ocasionar o desencadenar otras patologías más tarde. El haber estado en incubadora”, continúa, “provoca una peor función respiratoria que puede afectar al desarrollo del pulmón”.
García insiste en que la fisioterapia respiratoria está indicada en todos los casos de patologías respiratorias, ya sean leves, moderadas e incluso graves. De hecho, apunta, se actúa en UCI , en unidad de neonatos, en plantas de hospitales, en consulta externa e incluso en domicilio.
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